Los Qemant (Ge'ez: ቅማንት) son un pequeño grupo de personas Agaw en Etiopía. Hoy habitan en las cercanías de Góndar, practican la religión judía en estadios todavía muy cercanos al judaísmo más primitivo. No deben confundirse con los falashas (beta Israel) que practican un judaísmo muy posterior aunque todavía hoy marcadamente veterotestamentario. De hecho a pesar del fuerte sabor judaico de los Qemant, en su religión también hay demasiados elementos paganos y animistas como para considerarlos propiamente judíos. De hecho ellos mismos no se consideran judíos.
Su población era aproximadamente de 172.000 creyentes hacia el año 1994. El censo que se hizo en el año 2007, refleja que apenas 1.625 personas seguían hablando en la lengua Qemant, considerándose esta en peligro de extinción, ya que la mayoría de los niños sólo hablan amhárico. Del mismo modo, la adhesión a la religión tradicional ha disminuido sustancialmente, pues la mayoría de la población se ha convertido al cristianismo. Los conversos a menudo se consideran a sí mismos como amhara, olvidando su ascendencia Qemant..
Viven a lo largo de un eje que se extiende desde Ayikel en Chilga woreda hasta Kirakir al norte hasta el Lago Tana en los woredas de Lay Armachiho, Qwara, Dembiya, Metemma y Wogera. Del resto la mayoría habita cerca de Ayikel, a unas 40 millas al oeste de Gondar. Son principalmente agricultores.
Los Qemant se dividen en dos grupos marcados por la línea paterna, el Keber y el Yetanti: el Keber es de más alto rango. Un Qemant tradicional solo puede casarse con un miembro del otro grupo, por lo tanto, mientras que los grupos son exógamos, la sociedad Qemant en su conjunto es endogama.
El Qemant practicó tradicionalmente una religión que a menudo se describe como "pagana-hebraica", combinando elementos tanto del judaísmo como del paganismo. Según el investigador Frederic C. Gamst, su "hebraísmo es una forma muy antigua y no se ve afectado por los sucesivos cambios y evolución de la religión judía de los últimos dos milenios".
Un reciente estudio sociolingüístico señala que la religión Qemant se encuentra en una situación muy precaria, ya que son muy pocas las personas que todavía se adhieren a ella. Según este estudio, la proporción de los que la siguen frente a los que se bautizan en la iglesia ortodoxa es de aproximadamente 1% contra 99%.
Sus observancias religiosas incluyen una lectura literal del capítulo 11 de Levítico. Al igual que con el judaísmo convencional, incluso los animales permitidos para el consumo solo se pueden comer si se matan adecuadamente. No me extiendo más en esto, para más información puedes ir al capítulo mencionado del Levítico.
Sus prácticas incluyen sacrificios de animales y el cuidado de arboledas sagradas llamadas Degegna. La adoración se realiza al aire libre, generalmente cerca de un árbol sagrado al que llaman Qole, al que le han puesto cintas de tela de diferentes colores. Esto parece venir de una antiquísima tradición bíblica:
Abraham plantó una arboleda en Berseba e invocó allí el nombre de Dios (Génesis 21:33: Abrahám plantó un tamarisco en Berseba e invocó allí el nombre de Yahvé, Dios eterno. [Biblia de Jerusalén]). A lo anterior enlazan lo que dice el capítulo 23:7 del libro II de los Reyes, donde habla de la reforma religiosa de Judá (Derribó las dependencias de los consagrados a la prostitución que estaban en el templo de Yahvé, en el lugar en el que las mujeres tejían mantos para Aserá). A partir de este texto ellos interpretan que las mujeres debían tejer los colgantes para el bosque (árbol) sagrado.
Si bien solían realizar sus ritos junto a los bosques o árboles sagrados, en los últimos tiempos han construido un espacio para la oración en Chelga debido al malestar que les produce el sentirse observados como si fueran una reliquia del pasado.
Hancock en su libro Símbolo y señal, hablando de la entrevista que tuvo con el Wambar comenta de un qole a las afueras de Aykel donde había un árbol que se creía era la residencia de un poderoso espíritu. Se trataba de una acacia enorme rodeada por un murete. En el interior de este, en el suelo, había varias ofrendas, una jarra de aceite, mijo, granos de café tostado y un pollo atado en espera de ser sacrificado.
Cuando Hancock regresó a Addis Abeba, siguió su investigación en textos bíblicos y de arqueología bíblica, descubriendo que a ciertos bosquecillos plantados ex profeso, se les había atribuído carácter sagrado en las primeras fases de la evolución de la religión judía y eran utilizadas como lugar de culto. Parece que los hebreos recogieron de los cananeos esta práctica.
Se sabe muy poco acerca de como habían sido utilizadas las arboledas, su aspecto, ceremonias que allí se celebraban y el tipo de ofrendas ofrecidas. Parece ser que la élite sacerdotal posterior a esos tiempos bíblicos, dio por superada esta etapa, y para evitar su continuidad, taló o quemó esos bosques, derribando también los masseboth, columnas de piedra que se levantaban de las que ignoro su función.
Los Qemant Observan el sábado, llaman a Dios Adara o Yeadara (Mi Dios) o Mezgana, que parece ser su nombre propio. Se lo describe como omnipresente, omnipotente, omnisciente y antropomórfico. Es accesible directamente o através de los qedus, que son ángeles o santos de su cultura. Entre los ángeles están Jakaranti, Kiberwa, Aderaiki, Kiddisti, Mezgani, Shemani y Anzatatera (citados en el libro de Hancock), cada uno tenía su lugar en la arboleda. Cuando ésta religión estaba en un punto óptimo, todos los qemant solían ir a rezar a los ángeles para que intercedieran por ellos ante Dios. Mi experiencia entre mis amigos ortodoxos, es de total veneración a sus arcángeles kedus Gabriel, kedus Rafael y sobretodo kedus Mikael. Quizás esa devoción tenga algo que ver con esta religión ancestral.
El más alto líder político y religioso entre los Qemant es su Sumo Sacerdote, llamado Wember
Los orígenes de Qemant son desconocidos debido a la falta de una historia escrita. Según la tradición oral, el fundador de la religión Qemant fue Anayer, quien se dice que fue nieto de Canaán, hijo de Cam, hijo de Noé. Después de siete años de hambre en su propio
país, se dice que llegó al área del lago Tana, en Etiopía. Mientras viajaba con su esposa e hijos, conoció al fundador de los falashas
que según la tradición, viajaba en la misma dirección. Se llegó a hablar de una alianza matrimonial que no llegó a cuajar.
Según los historiadores, los qemant descienden de Canaán a través de su hijo Arwadi (El Arvadite) y su nieto Anayer. Se dice que Anayer y su esposa Entela cruzaron de Asia a Etiopía en el 2101 a C, como uno de los tres grupos cananeos que emigraron cuando una parte de Etiopía estaba gobernada por los Cushitas. Los otros dos grupos son la Shanqella (nilo-saharianos) que descienden de Sini ( el Sinite ), y el Weyto, que descendió de Samri (el Zemarite).
Como he escrito más arriba, el más alto líder político y religioso
entre los Qemant es su Sumo Sacerdote, llamado Wember ( o también WomberWambar), un término amhárico que significa "asiento".Anteriormente, había dos wambars y un número variable de subordinados. Todos los wambares se eligen de ciertos linajes entre el grupo de los Keber. El último Wambar de Karkar murió en 1955, y desde entonces el único Wambar ha sido Mulunah Marsha, Wambar de Chelga (nacido en 1935). Cada Wambar elige uno o más delegados con el título de afaliq para representarlo en asuntos judiciales. Estos hombres resuelven disputas, cuidando que las leyes sean obedecidas y castigando las faltas, generalmente con una multa. Cada wambar también elige dos administradores que entre otras labores tienen la de hacer los preparativos de las Comidas Sagradas.
Hay dos órdenes de sacerdocio, el kamazana, el superior del grupo de los Keber y el abayegariya, el inferior del grupo de los Yetanti. Cada localidad Qemant tiene al menos una de cada orden; deben trabajar juntos para llevar cabo los sacrificios tradicionales y otras
ceremonias religiosas. Al ofrecer un sacrificio, el representante del grupo abayegaria sostiene las extremidades de la víctima y el representante kamazana empuña el cuchillo. En una próxima entrada haré una breve exposición de un sacrificio pagano de los que asistí cuando de la mano del hermano comboniano Fernando Acedo recorrí las tierras del sidamo.