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MAI KIRAH

Ha unos 5 kilómetros del parque de las estelas en Aksum, subiendo por la carretera que pasa por MAI SHUM (los baños de la Reina de Saba) y lleva al palacio de SAN KALEB, encontramos un pequeño estanque de piedra con un abrebadero. Sobre el estanque, las ramas de un árbol parecen proteger y bendecir sus aguas. En principio nada destacable fuera de una pequeña estela en el mismo murete del estanque. Es esa estela, la que marca la importancia del lugar. Según nos cuenta la tradición, el lugar donde esta ubicada, es donde San Yared en su meditación fue bendecido con una  iluminación que
transformo su vida. El agua es considerada agua bendita y las buenas gentes vienen de muy lejos a llenar sus garrafas. En la pequeña colina ubicada unos metros detrás del estanque han construído una iglesia: San Yared. En el momento en que esto escribo, las magnas escaleras que conducen  a esta iglesia no están todavía acabadas. Subiendo por la ladera del monte (5 minutos escasos) se llega a la iglesia. Si llevas el billete de entrada a Santa María de Sión (la iglesia y alrededores donde está el Arca de la Alianza) te abren la iglesia y te la muestran junto con algún "tesoro" que puedan guardar. En mi caso y en este viaje, no pagué ese billete, con lo cual me quedé con las ganas de ver por dentro la iglesia y sus tesoros.
Al otro lado de la carretera han construído unos edificios para la estancia de monjes y diáconos.
Para quien no conozca la historia de San Yared, incluyo la información que colgué en facebook sobre el mismo:

San YARED
El más importante evento, que tuvo lugar durante el reinado de Gebre Mesqel, fue el nacimiento de Yared, compositor de la Digwa, los Himnos de iglesia etíopes.
Yared nació en Aksum en la primera mitad del. siglo VI. Su padre se llamaba Inberem y su madre era Rewleya. Aksum no sólo era la capital del Imperio, sino también un importante centro de aprendizaje. Uno de los maestros que difundió el saber fue Abba Gedewon, tío de Yared. Este fue su alumno en la iglesia de Sión. La tradición nos cuenta que Yared era un mal discípulo, sólo al final mejoró su memoria de forma milagrosa y completó sus estudios en un tiempo récord:
“Salió al campo intentando olvidar el sacrificado aprendizaje religioso. Empezó a llover y buscó refugio debajo de un árbol, permaneciendo allí con su confusa mente llena de remordimiento y tristeza. La confusión se alejó al observar como una oruga, con paciencia y voluntad, alcanzaba las hojas tiernas que le propiciaban alimento. Según
me cuentan mis amigos nacidos en Aksum, no fue una oruga. Ellos me comentan que lo que el santo vio fue un mosquito que intentaba subir por el tronco del árbol y una y otra vez caía y volvía a intentarlo... hasta 5 veces(o 7 no recuerdo bien) logrando al final su propósito. Yared reflexionó descubriendo que con las mismas virtudes, paciencia y voluntad, todo se podía alcanzar. De esta manera se dedicó con ahínco al estudio de las santas Escrituras.” (del libro Etiopia, un rostro con tres miradas. J. Gozálbez y D. Cebrián)
Después se convirtió en diácono y sirvió en la Iglesia de Nuestra Señora de Zion en su ciudad, donde más tarde se convirtió en sacerdote sucediendo a su tío en el cargo. Pero lo que realmente le hizo conocido fue por ser el primer compositor e inventor de la música de la iglesia etíope.
Su música no fue solo fruto de técnicas de aprendizaje, sino de la inspiración que le llegó al escuchar el canto de los pájaros. Este le llevó a recogerse en espíritu a la Jerusalén celestial donde aprendió la música de los 24 ángeles del cielo. Cuando volvió en sí, entró en la iglesia de Aksum a la hora tercia y con voz emocionada entonó en alta voz: “Aleluya al Padre, al Hijo Aleluya, Aleluya al Espíritu Santo”.
En el libro antes citado la versión es algo distinta: “Cuando apenas había alcanzado los 14 años, su conocimiento fue tal que Dios mandó tres ángeles para que lo transportaran al Cielo. Allí, acompañado por 24 ángeles, aprendió una serie de cánticos religiosos en honor a Dios. A su regreso del Cielo ideó un sistema de notación musical de tal forma que pudo transcribir los himnos a pergaminos”.
Sus Himnos están divididos en tres formas diferentes: GEEZ para el Padre, EZIL (o Ezle) para el Hijo y ARARAY para el Espíritu Santo.. Los tres modos están bien caracterizados de manera, que se pueden distribuir entre los días de ayuno, de ordinario, y en grandes festividades como los dedicados a los ángeles, profetas, mártires, apóstoles y justos. También dedicó Himnos a las estaciones del año y a los días de reposo. La contribución de Yared a la música etíope tiene gran influencia no solo en la de carácter espiritual sino también en la secular.
Libros de Himnos compuestos por San YARED
Digwa; Tsoma Digwa, Mieraf, Zimare, Mewasit, El canto de la Liturgia.
Sobresale el Digwa, donde encontramos un elaborado sistema de notación musical. Consiste en una serie de señales bíblicas y letras, así como puntos musicales colocados por encima de las sílabas correspondientes. Indican cuando subir o bajar la voz, así como otras formas de modulación.
Las letras son la parte más importante de la notación. Cada letra o par de letras son una forma abreviada de una frase completa o línea completa para ser cantada. Cada Miliket (signo) o letra puede tener solo un significado musical, por lo que no hay necesidad de un bastón cuyo uso básico es mostrar la subida y la caída melódica de una
serie de notas individuales en notación occidental.
El Miliket (signo) sirve para indicar al cantante cómo interpretar la melodía. Estos deben ser aprendidos de memoria por los Debtera (cantantes) de forma que sean capaces de leer cualquier partitura. El Qene, filosofía en forma de poesía etíope muy sofisticada se estableció en el Digwa. Por esta razón, los especialistas etíopes creen en San Yared también fue el autor de Qene.
Varios ejemplos de Milikets:
-Yizet: Parada o pausa
-Deret: Bajada de voz (grave)
-Difat: Dos notas en la melodía con un registro de voz inferior.
-Chired: Bajando tono
-kinat: Subiendo tono
-Heedet: Acelerado
-Kurt: Acortando nota
-Rikrik: Sucesión rápida en la misma sílaba
En la historia de vida de Yared, hay un episodio que tuvo lugar mientras el santo cantaba en unos oficios religiosos en presencia del rey Gebre Mesqel. Este estaba tan extasiado en la escucha, que siguiendo el compás hirió con la
lanza el pie Yared con tal fuerza que la sangre brotó a borbotones, pero San Yared, concentrado como estaba en su música, no se dio cuenta hasta que terminó su canción.
El rey quiso reparar el dolor del santo y lo quiso recompensar de alguna manera, a lo que Yared contestó que deseaba partir hasta los confines del reino para poder transmitir sus cantos. De esta forma esta liturgia nació en el monasterio de debe Damo se extendió por toda Etiopía y ha llegado hasta nuestros días.
Otra tradición nos cuenta que habiendo regresado Yared del Cielo, compuso los Himnos y un día se los dio a conocer al rey. Gebre Mesqel quedó encantado por su belleza y religiosidad y junto con el Santo instituyeron la celebración del Hosana el Domingo de Ramos.
AGRADECER COMO SIEMPRE A EXCELLENCE ETHIOPIA TOUR AND TRAVEL TODAS LAS FACILIDADES QUE ME DA PARA PODER CONOCER ETIOPIA

Estela situada en el lugar donde el santo estaba sentado cuando tuvo la iluminación  según reza la tradición



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